En este blog lo hemos comentado ya varias veces: Es increíble que tras varias epidemias de grafiosis y después de décadas de abandono y agresiones directas de diverso tipo, todavía tengamos en la Sierra la suerte de poder contar con varios grupos de olmos centenarios, restos de unas especies ya casi desaparecidas, que constituyen un auténtico monumento cultural y natural. Y como ya lo hemos contado, suponemos que nuestras autoridades están al tanto de que su obligación es conocer, cuidar y respetar este patrimonio.
Los olmos de Las Tenerías, como otros grupos de olmos en la Sierra que llevan tantos años de abandono, necesitaban una poda que los sanease y los revitalizase. Pero, como cualquiera que entienda algo del tema sabe, las podas suelen ser labores delicadas que hay que hacer con cuidado y pensárselas bien, porque condicionan el futuro del árbol. Mucho más en ejemplares de este valor, en los que la poda requiere unos buenos conocimientos sobre el tema y un trabajo cuidadoso y bien calculado.
Nada de esto se ha tenido en cuenta en la poda que acaban de hacerles a los olmos de Las Tenerías. De hecho, más que podarlos, los han terciado, una práctica que en arboricultura se aconseja sólo en casos excepcionales. Y no sólo eso: han cortado muchas ramas gruesas (muy gruesas) sin dejar tirasavias en ninguna de ellas; han cortado a una distancia incorrecta del tronco, dejando tocones libres que no podrán cicatrizar; han provocado desgarros de corteza en varias ramas de varios árboles; y no sólo han desaprovechado la oportunidad para equilibrar las copas sino que en muchos casos las han desequilibrado aún más. Todas estas prácticas tendrán consecuencias futuras. Aparte de los desequilibrios, es de esperar que todos estos cortes y heridas provoquen en un futuro la seca de ramas y la invasión de patógenos. De hecho, esto ya venía ocurriendo, y en la mayoría de los nuevos cortes se aprecia cómo la médula de estos árboles está ya afectada por las típicas pudriciones que se originan por heridas de poda.
Un desastre. Pulsando aquí podéis ver más fotos del estado en que han quedado los árboles, para que cada cual pueda sacar sus conclusiones.
Por cierto, en Internet hay muchas páginas con información básica sobre técnicas de poda en árboles, donde cualquiera puede contrastar nuestras opiniones. Por ejemplo, pulsando aquí podéis acceder a un bonito folleto de la Universidad de California y pulsando aquí, a una página web con información detallada sobre el tema.
Los olmos de Las Tenerías, como otros grupos de olmos en la Sierra que llevan tantos años de abandono, necesitaban una poda que los sanease y los revitalizase. Pero, como cualquiera que entienda algo del tema sabe, las podas suelen ser labores delicadas que hay que hacer con cuidado y pensárselas bien, porque condicionan el futuro del árbol. Mucho más en ejemplares de este valor, en los que la poda requiere unos buenos conocimientos sobre el tema y un trabajo cuidadoso y bien calculado.
Nada de esto se ha tenido en cuenta en la poda que acaban de hacerles a los olmos de Las Tenerías. De hecho, más que podarlos, los han terciado, una práctica que en arboricultura se aconseja sólo en casos excepcionales. Y no sólo eso: han cortado muchas ramas gruesas (muy gruesas) sin dejar tirasavias en ninguna de ellas; han cortado a una distancia incorrecta del tronco, dejando tocones libres que no podrán cicatrizar; han provocado desgarros de corteza en varias ramas de varios árboles; y no sólo han desaprovechado la oportunidad para equilibrar las copas sino que en muchos casos las han desequilibrado aún más. Todas estas prácticas tendrán consecuencias futuras. Aparte de los desequilibrios, es de esperar que todos estos cortes y heridas provoquen en un futuro la seca de ramas y la invasión de patógenos. De hecho, esto ya venía ocurriendo, y en la mayoría de los nuevos cortes se aprecia cómo la médula de estos árboles está ya afectada por las típicas pudriciones que se originan por heridas de poda.
Un desastre. Pulsando aquí podéis ver más fotos del estado en que han quedado los árboles, para que cada cual pueda sacar sus conclusiones.
Por cierto, en Internet hay muchas páginas con información básica sobre técnicas de poda en árboles, donde cualquiera puede contrastar nuestras opiniones. Por ejemplo, pulsando aquí podéis acceder a un bonito folleto de la Universidad de California y pulsando aquí, a una página web con información detallada sobre el tema.
A propósito de olmos, esta primavera hemos comprobado que varios de los olmos del recinto del Rodeo se han secado definitivamente, entre ellos, los que estaban anillados, que ya denunciamos aquí en su tiempo. Podéis ver las fotos de los árboles secos en aquella misma entrada: Olmos del Rodeo.
1 comentario:
Señor Alcalde una ciudad como la que usted quiere requiere de un marco incomparable para su proyecto de turismo, porque no se da una vueltecita por su ciudad, le gusta el patrimonio en arboles que esta perdiendo por dejarlos en manos de personal inapropiado, o es por no gastarse un duro, Aracena se merece algo mas, cuide su entorno POR FAVOR.
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