viernes, 24 de julio de 2009

Más grafiosis

Da la impresión de que estamos en plena expansión de esta enfermedad que ya describimos en alguna entrada anterior. Resulta descorazonador ver cómo no dejan de aparecer más y más olmos secos por todas partes. El efecto de la enfermedad es muy evidente entre los olmos de los márgenes de las carreteras (muchos se han secado este verano en, por ejemplo, el tramo entre Galaroza y Valdezufre). En el bosquecillo que se forma en los márgenes de la ribera del Odiel a su paso por Valdezufre se pueden ver, desde la carretera, muchos de estos olmos, con las hojas de esta primavera ya secas y de un color rojizo muy característico. Lo peor, sin embargo, está ocurriendo en la arboleda del Rodeo, en Aracena. Aquí, 13 enormes ejemplares de Ulmus minor, de unos 3 m de perímetro de tronco y unos 25 m de altura, formaban un conjunto único, un auténtico monumento natural. De los 13 árboles, 8 presentan síntomas avanzados de la enfermedad o están ya totalmente secos. En esta arboleda la enfermedad sigue una dinámica de libro. Recordamos que unas anillas colocadas en sus troncos debilitaron hasta casi secarlos totalmente a dos de estos olmos. Esa debilidad probablemente indujo un ataque de escolítidos que infectaron de grafiosis los dos olmos. Desde entonces la enfermedad se ha ido expandiendo hacia los demás árboles progresivamente, probablemente por contacto entre las raíces. Si no se hace nada y todo sigue según lo previsto, pronto los 13 árboles estarán secos.

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Encinas Gemelas. Puerto Moral

Este banco en la parte alta de Puerto Moral, junto a la iglesia, ocupa un lugar privilegiado. Invita, en estas tardes de verano, a tomar el fresco y contemplar el paisaje: las huertas del pueblo, abajo, y al fondo, los montes. De hecho, el ayuntamiento, consciente de que éste era un lugar estratégico, decidió convertirlo en una especie de pequeño y discreto mirador, acondicionando la acera y un espacio para aparcamiento e instalando un punto de información turística y dos o tres bancos más, aparte del que aparece en la foto. Nosotros lo traemos aquí porque nos ha sorprendido que, contrariamente a lo que estamos acostumbrados, en las obras de acondicionamiento se decidiera respetar las dos grandes encinas que crecen desde la calle de abajo y dejar hueco el espacio que ocupan en la estructura que salva el desnivel entre las dos calles. Así, han conseguido que estas dos viejas encinas sigan, como desde hace tantos años, formando parte del casco urbano de Puerto Moral, y ahora además que contribuyan a sombrear el mirador y a darle un carácter especial.

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Poda en Linares de la Sierra

En el entorno de la iglesia de Linares de la Sierra había, desde hace muchos años, una bonita melia con una copa enorme, equilibrada, perfecta. Por su tamaño y por el sitio que ocupaba, esta melia era uno de los árboles más destacados del pueblo. Decimos “era” porque hace poco tiempo parece ser que a alguien (no sabemos quién) le llamó la atención, la vio quizás muy bonita y decidió que había que “podarla”. El resultado se puede ver en la fotografía. Da un poco de vergüenza hacer públicas estas cosas, pero por desgracia, esto es lo que tenemos. En la entrada “Poda en las Tenerías” ya estuvimos hablando de las técnicas de poda y de cómo se aplican últimamente por estos pueblos. Un ejemplo más a sumar a la lista. En Linares, el que ha hecho esta poda y el que se la ha encargado, desde luego, se han cubierto de gloria.

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