domingo, 21 de diciembre de 2008

Plaza del Coso. Fuenteheridos

La arboleda de la Plaza del Coso es, sin duda, una de nuestras favoritas. Son sólo cuatro árboles, pero en la Sierra, estos cuatro árboles forman un conjunto único, original y distinto al resto. Hay árboles que parecen que se ponen de moda y se repiten hasta el aburrimiento en todos los pueblos. Ha ocurrido por ejemplo con los arces negundos, los olmos pumila, las catalpas, los plátanos, las tipuanas, las melias… Son árboles abundantes y baratos en los viveros, porque se multiplican bien y crecen rápido. Así que cuando un ayuntamiento necesita algunos árboles, compra de estos sin pensárselo más veces. Pero no siempre estos árboles son los más apropiados a cada sitio ni, por supuesto, los únicos posibles. Hay muchísimas especies que podrían ir muy bien en nuestra sierra. Sólo haría falta probarlas.
Los árboles de la Plaza del Coso son un ejemplo de esto último. En un espacio bastante reducido encontramos un castaño de indias (Aesculus hippocastanum), un arce blanco (Acer pseudoplatanus) y un tilo común (Tilia platyphyllos), todos ellos de muy buen tamaño y en buen estado, además de otro tilo que han plantado hace poco. En primavera y verano estos árboles desarrollan una fronda espesa y aromática, que da una sombra fresca en toda la plaza. La sombra además se acompaña del piar de los pájaros y el sonido de la fuente cercana, la de los doce caños. Con esta combinación no es de extrañar que esta plaza sea una de las más acogedoras y visitadas de la Sierra. Una auténtica plaza con encanto de la que tomar ejemplo en otros pueblos.

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Plaza del Pilar. Aracena

La plaza del Marqués de Aracena, más conocida como Plaza del Pilar o simplemente El Paseo, es un punto clave y uno de los sitios más vivos y más bonitos de este pueblo. Es una plaza muy amplia en la que se distinguen tres partes, como tres bandas longitudinales. La del medio consiste en un espacio despejado en el que destaca la fuente, que ocupa el centro de la plaza. Los espacios laterales, con más de 50 alcorques distribuidos regularmente por toda su superficie, están pensados para albergar una buena arboleda. En otras circunstancias ésta sería una arboleda con muchas posibilidades que debería contribuir a embellecer la plaza y a refrescar el ambiente en los meses de calor. Por desgracia, actualmente esto no es exactamente así. Los árboles que ocupan estos alcorques son en su mayoría robinias (Robinia pseudoacacia), aparte de dos o tres tipuanas (Tipuana tipa) intercaladas entre ellas. Por algún motivo estas robinias no han llegado a adaptarse bien a este sitio. Algunas están ya casi totalmente secas y la mayoría presenta un estado lamentable. La arboleda del paseo muestra una decadencia que se acentúa cada año y, desde luego, no le hace justicia al sitio que ocupa.

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Plaza de la Constitución. Higuera de la Sierra

La arboleda de la Plaza de la Constitución de Higuera la componen unos 20 plátanos de sombra, plantados hace unos años y, por tanto, todavía de relativamente pequeño tamaño. Lo que más destaca de estos árboles es que en ellos se descubre un cuidadoso trabajo de jardinería, cosa poco frecuente en los pueblos de la Sierra. Estos plátanos están podados favoreciendo el crecimiento de las copas hacia los lados. Las ramas laterales se dejan crecer para poder entrelazarlas con las ramas de los árboles vecinos. De esta forma se construye una especie de pérgola o emparrado continuo que recorre todo el perímetro de la plaza, y hace sombra justo sobre la fila de bancos.

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La Plaza del Jamón. Jabugo

La arboleda de la Plaza del Jamón de Jabugo es de auténtica pena. Que en una plaza nueva, que es además la principal plaza del pueblo, se limiten a plantar diez o quince naranjos de metro y medio de alto dice mucho del interés y el aprecio que muestran las autoridades por los árboles. Es discutible que los naranjos sean los mejores árboles para adornar una plaza así, principalmente porque tardan en desarrollar una copa frondosa que sombree los bancos en verano y porque, al ser de hoja perenne, no dejan pasar el sol y el calor en invierno. Pero bueno, si los naranjos son su elección, al menos podrían haberse gastado un poquito más y haber puesto unos árboles de un tamaño más razonable, y no lo que han puesto… Los árboles que han plantado no llegarán a estar en su apogeo hasta dentro de veinte años, y esto si sobreviven… En fin, no nos extendemos más. Aquí están las fotos; cada cual que juzgue por sí mismo.

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