
La arboleda de la Plaza del Coso es, sin duda, una de nuestras favoritas. Son sólo cuatro árboles, pero en la Sierra, estos cuatro árboles forman un conjunto único, original y distinto al resto. Hay árboles que parecen que se ponen de moda y se repiten hasta el aburrimiento en todos los pueblos. Ha ocurrido por ejemplo con los arces negundos, los olmos pumila, las catalpas, los plátanos, las tipuanas, las melias… Son árboles abundantes y baratos en los viveros, porque se multiplican bien y crecen rápido. Así que cuando un ayuntamiento necesita algunos árboles, compra de estos sin pensárselo más veces. Pero no siempre estos árboles son los más apropiados a cada sitio ni, por supuesto, los únicos posibles. Hay muchísimas especies que podrían ir muy bien en nuestra sierra. Sólo haría falta probarlas.
Los árboles de la Plaza del Coso son un ejemplo de esto último. En un espacio bastante reducido encontramos un castaño de indias (
Aesculus hippocastanum), un arce blanco (
Acer pseudoplatanus) y un tilo común (
Tilia platyphyllos), todos ellos de muy buen tamaño y en buen estado, además de otro tilo que han plantado hace poco. En primavera y verano estos árboles desarrollan una fronda espesa y aromática, que da una sombra fresca en toda la plaza. La sombra además se acompaña del piar de los pájaros y el sonido de la fuente cercana, la de los doce caños. Con esta combinación no es de extrañar que esta plaza sea una de las más acogedoras y visitadas de la Sierra. Una auténtica plaza con encanto de la que tomar ejemplo en otros pueblos.
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