En el siguiente texto Diego Diajara nos informa sobre la progresión del chancro de la corteza, la nueva enfermedad de los castaños de la Sierra que ya describimos en entradas anteriores, y nos da su opinión sobre cómo la administración está afrontando el problema.
Castaño con chancro a 4 ó 5Km. del foco primario. En condiciones propicias, la enfermedad progresa rápidamente, como se observa en esta imagen de Octubre, en la que se aprecia una rama que se ha secado en pocos días, pues mostraba los erizos ya formados.
EL CORREDOR DE LA MUERTE
Sí, en ese corredor
maldito y no deseado, se encuentra el castañar serrano. No han
matado a nadie, no han robado o delinquido, no han insultado, no han
sido corruptos ni tienen delitos con La Hacienda Pública; pero en
ese corredor se encuentran nuestros históricos castaños, si no
reciben el indulto de la Junta de Andalucía. Sé que son opiniones
duras, pero más duro es ser consciente del desastre medioambiental
que se va a producir, y no poder hacer nada para evitarlo. Parece
como si el destino ya estuviera marcado por la desidia de algunos de
nuestros políticos, que de forma consciente o inconsciente, no
prestan la atención tan urgente que el tema requiere. Hay que
recordar que nuestros Alcaldes también son políticos, y muy
cercanos al problema…
Que fácil hubiese sido,
cuando hace 2 años se detectó el primer foco, haberlo erradicado
quemando todo el material vegetal infectado en unas 2 Ha. Ahora,
según una resolución de Delegación de Medio Ambiente, la extensión
del foco pasa ya de 100Ha. Pero no, dijeron que se le diera a este
tema un perfil bajo, para no alarmar a la Sierra y Provincia. No ha
salido el tema en ningún Medio de Comunicación.
El castañar de la Sierra es de los pocos ecosistemas formados por una masa casi continua de 4.700 Ha de castaños centenarios que quedan en el mundo. Y después presumen y exigen: medio ambiente, sostenibilidad, entomofauna, flora, calidad ambiental… en fin una serie de palabras que quedan muy bien en nuestros días, pero no sirven de nada, cuando vemos la complicidad que existe en la casta política de Huelva, para olvidar el germen de esas palabras. Y que algún día La Sierra sea pasto de las llamas, y un desastre ecológico a nivel mundial. Tiene que haber algo detrás, si no, no se entiende que la Administración andaluza no haga nada para evitarlo. Algo muy escondido, quizás bajo tierra, pero algo.
Diego Diajara