
¿Cuáles son las características principales del castañar de la Sierra de Aracena?

(Diego Diajara): El castaño es un árbol con unos requerimientos particulares que hacen que, en la Península Ibérica, su cultivo sólo haya prosperado en ciertos lugares muy concretos. Uno de ellos es la Sierra de Aracena. Aquí el castañar se extiende por la vertiente norte de la Sierra, entre Aracena y Almonaster, formando un bosque casi continuo. En esta sierra los castaños encuentran condiciones propicias: un suelo de carácter subácido-neutro (pH 5.8-6.7), muy rico en materia orgánica; una humedad alta, con precipitaciones que rondan los mil litros por metro cuadrado y año; y un verano relativamente suave.

El 90% de la superficie está ocupada por tres variedades principales, que son, en orden de mayor a menor abundancia: “Ancha”; “Helechal” y “Comisaria”. El restante 10% lo ocupan las variedades “Temprana o Sanmigueleña”; “Pelona del Barranco de los Nogales” y “Vazqueña o Dieguina”.
En su conjunto, este castañar aporta a la Sierra una inmensa cantidad de valores naturales, culturales, paisajísticos, turísticos y económicos, entre otros. Yo, que he visitado muchos otros castañares por todo el país, estoy convencido de que este castañar es único y no hay otro en España que se pueda comparar a éste en extensión continua, antigüedad y belleza.

(Diego Diajara ): El principal problema es que, según nuestros cálculos, los costos de recolección y mantenimiento medios en los últimos años superan en 3 veces al rendimiento que se obtiene por la venta de la castaña. El castañar ha dejado de ser productivo y se está convirtiendo en un lastre para sus propietarios. Como consecuencia, especialmente durante los últimos 6-7 años, los castañares están entrando en un estado de abandono o semi-abandono que ya afecta a alrededor del 50 % de la superficie.
El valor de la castaña osciló en los últimos años entre 0.80 y 0.90 €/kg. La producción media en los últimos años ronda las 700 toneladas en toda la Sierra. Los ingresos totales por la venta de la castaña no suponen por tanto más que alrededor de 600.000 € anuales. Sólo los costos de recogida (que suponen un 70 % del total) son ya superiores al beneficio. Y a ellos hay que añadir los costos de mantenimiento (el 30 % restante), que incluyen desbrozado, labrado, poda y quema.
Por otra parte, las variedades que se cultivan en nuestra sierra son muy antiguas y sus cualidades no se ajustan a lo que actualmente el mercado demanda. Esto hace que nuestro
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(Diego Diajara ): En mi opinión, el castañar de la Sierra de Aracena es actualmente inviable y, si no se adoptan medidas urgentes, se llegará a una situación que va a comprometer seriamente su futuro. Yo, sin embargo, quiero ser optimista, y pienso que todavía se pueden hacer cosas. Una vez definidos los principales problemas que afectan al castañar, desde la Oficina Técnica de Regadíos de la Diputación de Huelva proponemos varias soluciones muy concretas que, en nuestra opinión, podrían a corto o medio plazo, resultar efectivas:
1. Modernizar la recogida de la castaña utilizando los procedimientos que se utilizan en otros países en el castañar tradicional y en pendientes más acusadas. Se podría, por ejemplo, recolectar las castañas habiendo puesto previamente unas mantas especiales que hay para ello. Con esto conseguiríamos abaratar costos.
2. Introducir variedades polinizadoras hasta cubrir al menos el 5 % de la superficie. Con esto se podría aumentar la producción hasta 4-5 mil toneladas/año.
3. Injertar nuevas variedades en las partes altas de los castaños, manteniendo los viejos pies y la estructura tradicional del castañar. Con esto se mejoraría la calidad de la castaña y aumentaría su valor en el mercado, sin cambiar la fisonomía de este bosque.

Fotos: Diego Diajara, Oficina Técnica de Regadíos de la Diputación de Huelva
Como complemento a esta entrevista incluimos aquí un interesante documento que recopila información adicional sobre el castañar. Se trata del texto de una comunicación presentada al XI Coloquio Ibérico de Geografía celebrado en Octubre de 2008 en Alcalá de Henares por Marta Rubio Tenor, del Departamento de Geografía, Historia y Filosofía de la Universidad Pablo de Olavide. En esta comunicación, Marta Rubio hace un repaso a las características principales del castañar en la Sierra de Aracena, sus problemas, la normativa que lo protege, su historia y sus múltiples aspectos sociales y culturales.
El castañar, que hace siglos acabó desplazando a los bosques autóctonos de robles es, hoy en día, mucho más que un simple cultivo. Es también un bosque naturalizado muy antiguo que está declarado como hábitat de interés comunitario por la Directiva 92/43/CEE, del Consejo, de 21 de mayo, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres, y que está protegido por la normativa del Parque Natural. Es una parte importante de la historia, del paisaje y del patrimonio antropológico y cultural de la Sierra. Y es una fuente de riqueza natural y turística para toda esta comarca. En el castañar confluyen muchos intereses (propietarios, administraciones, sociedad en general) y, a veces, algunos de ellos, enfrentados. Pero para que siga existiendo es necesario que el cultivo vuelva a ser viable y que las partes se pongan de acuerdo para encontrar soluciones.
Pulsando aquí puedes acceder al texto de Marta Rubio.